Desde hace cinco años que comenzaron a conocerse los estragos que empezó a provocar la Drosophila suzukii o mosca de alas manchadas en los berries de Estados Unidos y Europa. La plaga no tardó en llegar a Chile. Se detectó en la zona de Pucón en el año 2017 y desde entonces ha proliferado entre la región de Los Lagos hasta la región de O´Higgins.
“Nos empezamos a preocupar, porque era una mosca bastante flexible y que se adaptaba muy bien a todas las condiciones climáticas, teniendo sustratos como los berries o las zarzamoras, que se usan como cerco vivo. Dado ese contexto, vimos que la mosca se podía empezar a desplazar desde el sur a la zona centro sur, comprendida por las regiones del Biobío y del Maule, lo que efectivamente sucedió”, relata Julia Pinto, gerente técnico del Comité de Arándanos de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile – Asoex.
Fue por este motivo que la organización presentó el “Proyecto 18PDT-100313 Protección de la industria de berries del Maule a través de la difusión de un paquete tecnológico en técnicas de reconocimiento, monitoreo, manejo y control de Drosophila suzukii, como base para la contención de la plaga”.
MANEJO INTEGRADO
La iniciativa, que pertenece al Programa de Difusión Tecnológica de Innova-Corfo, nació de la necesidad de la industria del arándano de generar información específica sobre esta plaga y su comportamiento en la Región del Maule, con énfasis en su zona sur, donde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ya había confirmado las primeras capturas de adultos de Drosophila suzukii.
Se inició en el mes de noviembre del 2018 y tuvo una duración de 24 meses. “En los talleres, jornadas, seminarios y días de campo realizados, el mensaje central –tanto para productores como técnicos de la industria– fue que la estrategia de control se basa en un manejo integrado, compuesto por el análisis de riesgo intra y extrapredial, el monitoreo y las prácticas culturales en pre cosecha, cosecha y post cosecha, complementados –de ser necesario– con el control químico, el que debe realizarse en base a la información del monitoreo”, explica Juan Pablo Barros, coordinador del proyecto.
El proyecto contó con la participación de 28 beneficiarios directos, entre empresas productoras y exportadoras de arándanos, frambuesas y moras hibridas quienes, al finalizar este proceso, disponen de trampas de monitoreo y los conocimientos necesarios para hacer mantención y reconocimiento de adultos y estados inmaduros de la plaga.
ACTIVIDADES DE DIFUSIÓN
El principal objetivo del proyecto del Comité de Arándanos fue entregar información y herramientas a la industria regional de los berries, a través de la difusión de paquetes tecnológicos para el reconocimiento, monitoreo y control de Drosophila suzukii en productores del Maule, contribuyendo así a la minimización de los impactos económicos de la plaga.
En este sentido, se desarrollaron más de 20 actividades teóricas y prácticas. Además, se implementaron tres huertos pilotos demostrativos en las comunas de Linares, Retiro y Parral, con distintos sistemas de producción, especies cultivadas y condiciones agroecológicas. De esta manera, se pudo hacer el seguimiento del comportamiento de la plaga, generar información local y determinar los primeros lineamientos en cuanto al manejo y control de la plaga en la región.
El proyecto contó con la asesoría de expertos nacionales e internacionales, como el doctor Alberto Grassi del Centro de Transferencia Tecnológica de la Fundación Edmund Mach en Trento, Italia; el doctor Valerio Rossi de la Universidad de Oregon y el doctor Douglas Rodríguez, gerente nacional de Sanidad de Hortifrut México.
Todas estas actividades se complementaron con el diseño e implementación de material de difusión como fichas técnicas de análisis de riesgo, monitoreo de frutos, manejos agronómicos y de agroquímicos, entre otros materiales. A estas herramientas se suman una ficha de bolsillo para la identificación y monitoreo de frutos, y la primera “Guía para la Implementación del Monitoreo y de Técnicas de Manejo y Control para Drosophila suzukii en huertos y packing”, que puede ser descargada del sitio web del Comité de Arándanos de Chile, www.comitedearandanos.cl.
CURVAS DE CAPTURA
Después de dos temporadas de monitoreo en la zona sur de la región del Maule, se presentan gráficos con el resultado de las capturas en los pilotos demostrativos.
CONCLUSIONES DE PILOTOS DEMOSTRATIVOS
- En las tres comunas, el peak de capturas en trampas de monitoreo se ha dado entre los meses de mayo y junio, lo que está relacionado con las óptimas condiciones climáticas para el desarrollo de la plaga y la disponibilidad de fruta silvestre y fruta remanente de cosecha. Es por este motivo que se recomienda no dejar fruta colgada en los huertos y hacer un trabajo de limpieza de frutales silvestres colindantes.
- Se ha observado un adelantamiento en los meses de captura. Si en la primera temporada las capturas se iniciaron en febrero y marzo, en la segunda temporada se dieron a partir de noviembre. Por lo tanto, es necesario la implementación de un sistema de monitoreo durante todo el año, tanto en fruta exportable como en frutos silvestres de sectores perimetrales, y el uso de trampas de captura masiva.
- Huertos que implementan medidas de manejo cultural dentro de los cuarteles y en zonas perimetrales, principalmente control de malezas, tienen menores capturas en trampas, debido a que poseen menos lugares de refugio. Esto incide en una menor presión de la plaga.
- De acuerdo al comportamiento observado en las dos temporadas de seguimiento, se ratifica su alta polifagia y su establecimiento en la zona precordillerana del Maule sur.