El programa de Postcosecha del IRTA centra su actividad en la aplicación del conocimiento científico y técnico para dar solución a los principales problemas de la poscosecha de frutas y hortalizas, desde la recolección hasta el consumidor. Engloba aspectos relacionados con la fisiología, tecnología, patología e ingeniería. También incluye el procesado de frutas y hortalizas desde un punto de vista tecnológico así como de la seguridad alimentaria. Actualmente, el Servicio Técnico de Postcosecha (STP) asesora a más de 90 empresas de varios países. Todo ello, con el objetivo general de mejorar la calidad, alargar la vida útil y minimizar la presencia de residuos en frutas y hortalizas.
A continuación, entrevistamos a Neus Teixidó, Doctora Ingeniera Agrónoma y Directora del programa de Poscosecha en el IRTA, y a Elena Costa, Doctora Ingeniera Agrónoma y Coordinadora del Servicio Técnico Poscosecha (STP), con motivo de los 20 años de existencia del servicio, para que nos expliquen tanto la historia y evolución del STP y de la poscosecha, como sus éxitos y retos de futuro.
¿Cómo nació el STP del IRTA?
Neus Teixidó (NT): Fue en el año 2002 cuando se firmó un acuerdo de colaboración entre el Centro UdL-IRTA e ILERFRED, con el objetivo de ofrecer a las empresas del sector de la poscosecha un servicio de asesoramiento para la mejora en la conservación de fruta y la implantación de normas de calidad. Así es como nació el servicio, como una clara apuesta para ser un puente de unión entre el sector y la investigación, y poder transmitir necesidades y conocimientos.
¿Cuáles eran en aquellos momentos las principales problemáticas con las que os enfrentabais?
NT: Como en todos los inicios, suele haber cierta incertidumbre sobre cómo tenía que ser este asesoramiento. Planteábamos una sistemática de trabajo muy novedosa, con visitas semanales de los técnicos externos para realizar el seguimiento de la conservación. El servicio tenía una base documental de manuales, registros e informes. En esa época las empresas no estaban acostumbradas, pero fue un éxito notable y en poco tiempo logramos que los técnicos convencieran a los clientes de la importancia del servicio.
Inicialmente se empezó asesorando para la conservación de manzanas y peras, y con pocas empresas. Progresivamente se fue ampliando a fruta de hueso, cítricos y caqui y, a su vez, el rango de clientes. Actualmente se asesora a más de 90 empresas y contamos con clientes en Catalunya, Aragón, La Rioja, Andalucía, Murcia, Valencia y Badajoz entre otros. También realizamos colaboraciones internacionales con Portugal, Uruguay, Francia y Grecia.
¿Cómo es actualmente el Servicio Técnico Postcosecha? ¿En qué ha cambiado con el inicial?
Elena Costa (EC): La filosofía del servicio es básicamente la misma pero después de 20 años hemos aprendido muchas cosas y hemos diversificado los servicios ofrecidos a las empresas, incrementando el número de cultivos y las áreas de influencia. Hemos crecido en personal y en clientes, esto ha hecho que tengamos una organización más robusta. Además, las nuevas infraestructuras del Fruitcentre del IRTA nos han permitido ofrecer estudios de validación a casas comerciales y actividades demostrativas o jornadas técnicas.
¿Cómo ha sido la campaña este año y cuáles han sido los principales problemas y desafíos?
EC: Pues la verdad es que esta campaña ha sido muy difícil, la peor de las 20 que hemos hecho. Las heladas del mes de abril afectaron mucho a nuestros clientes. La falta de producto ha hecho que las cámaras hayan estado prácticamente vacías, con muy poco stock en fruta de hueso y problemas de calidad en peras y manzanas. Tenemos muchas menos cámaras en atmósfera controlada que un año normal y no sabemos muy bien si los frutos van a soportar bien la conservación puesto que este verano ha sido especialmente caluroso y seco.
…y a medio-largo plazo, ¿cuáles serán los desafíos y problemas que se deberán afrontar?
EC: En estos momentos, diría que el mayor desafío es ver cómo el cambio climático va a afectar al potencial de conservación de las variedades, y por lo tanto, a nuestras recomendaciones. Es un hecho que las condiciones climáticas están cambiando y que esto va a llevar a que los frutos tengan sensibilidad a fisiopatías durante la conservación que antes no tenían. Además, a todo esto hay que sumarle que están apareciendo nuevas enfermedades.
También estamos abiertas a nuevos retos, como afrontar nuevos cultivos que se están implantando en la zona y que requieren de la conservación, así como a ampliar el servicio a otras zonas.
¿Qué ofrece a las centrales frutícolas el STP del IRTA?
EC: Lo podríamos resumir como una metodología de trabajo en la que nuestros técnicos asesoran en el día a día de la conservación y, por tanto, viven muy de cerca la recolección, la entrada de fruta, los tratamientos y la conservación. Esto hace que en cada momento se pueda asesorar sobre cuáles son los controles a realizar o los parámetros a tener en cuenta. El hecho de que trabajemos con un gran número de clientes de zonas distintas nos ofrece un conocimiento general de la situación y de las problemáticas que podemos transmitir a los clientes. Cada año es distinto, pero los problemas suelen ser similares entre clientes, de modo que el asesoramiento sirve para prestar atención a detalles o para realizar una formación continuada del personal de las centrales.
¿Cambiará el concepto de la postcosecha tal y como la entendemos hoy en día?
EC: Sinceramente no creo que podamos prescindir de la conservación. La producción actual de la zona supera con creces los consumos de España, por lo que necesitamos de la exportación de nuestros productos para que sea viable económicamente. La conservación nos permite dosificar la oferta a lo largo del año, debemos pensar que la postcosecha nos permite extender el periodo de comercialización del producto y llegar más lejos tanto en distancia como en tiempo.
¿Qué dificultades ves a nivel de la postcosecha actual?
EC: Para mí lo más importante es conseguir mantener la calidad. Durante los últimos años han desaparecido muchas de las herramientas químicas para el control de hongos y fisiopatías, por lo que a veces es complicado evitar las mermas en conservación. Por otro lado, creo que tenemos frente a nosotros un gran reto, como es el del incremento de la apreciación gustativa del producto. Debemos conseguir un equilibrio entre maduración y potencial postcosecha y deberíamos diferenciar en el manejo la fruta que irá a conservación o exportación, de la fruta destinada a consumo rápido o nacional.
¿y a nivel de los consumidores?
EC: Desde nuestro punto de vista, tenemos un problema en el aprovechamiento de defectos menores (defectos de la piel), donde quizás podríamos ser más tolerantes con los frutos con roces o frutos físicamente menos atractivos. En la actualidad se tiran muchos frutos por este motivo y ello es un desperdicio de producto y recursos.
Además, con los criterios de sostenibilidad y medioambientales, nuestra sociedad debería tender hacia un consumo de fruta de proximidad, lo que implicaría un consumo más estacional.
Donde también hay que aplicar esfuerzos es en el hecho de que debemos aumentar los kg/consumidor de los españoles. Somos más de 47 millones de habitantes, el mayor productor de fruta de hueso de Europa y consumimos menos de 7,13 kg fruta/persona y año, muy lejos de los consumos per cápita en otros países europeos como Francia o Italia, por lo que hay mucho margen de mejora. Creo que el reto está en la calidad sensorial, deberíamos cuidar mejor este aspecto para uniformizar el sabor e incrementar la aceptación por parte del consumidor.
¿y de las empresas frutícolas?
EC: En este campo quizás destacaríamos la conveniencia de la agrupación de la oferta y las estrategias de marketing conjunto. Pensamos que tenemos una fruta excelente, y que no lo publicitamos bastante.
Si tuvieras que destacar 1-2 logros como los más importantes de la historia del STP del IRTA, ¿cuáles serían?
NT: Quizás el logro más importante es la formación de un equipo de profesionales expertos en asesoramiento. En estos momentos disponemos de técnicos formados que, a su vez, están formando en el día a día a personal de las empresas, de forma que el conocimiento en postcosecha va creciendo y mejorando en todo el sector. Esto hace que estemos al día en novedades y que las apliquemos bajo un criterio técnico. Y el segundo de los logros más importante es el haber sido capaces de ganarnos la confianza del sector y convertirnos en el referente de las centrales frutícolas, no sólo de nuestra zona, sino a nivel del estado español y de otros países.
Próximamente tendrá lugar una nueva edición del Curso Postcosecha. ¿Nos puedes comentar cuáles serán los principales puntos que tratará?
NT: Entre el 7 y el 11 de noviembre tendrá lugar la V edición del Curso Internacional de Tecnología y Manejo en Postcosecha de Fruta. El curso está orientado a profesionales y está limitado el número de participantes debido al interés en fomentar la interacción entre los asistentes y el profesorado especializado, crear debate, comentar inquietudes y necesidades específicas de las empresas, o exponer casos reales en el manejo de la postcosecha. Se imparten clases teóricas, se realizan talleres prácticos, demostraciones, sesiones de “networking” y visitas a empresas. Se profundiza en los cuatro bloques temáticos más importantes de la postcosecha: la Maduración y la Calidad, la Fisiología, la Patología y la Tecnología.
El curso es impartido por investigadores del programa de Postcosecha y técnicos del Servicio Técnico de Postcosecha del IRTA con una gran experiencia en el asesoramiento de centrales hortofrutícolas, así como por profesorado de la Universidad de Lleida.
Estamos muy satisfechos ya que siempre ha sido un curso de gran aceptación, con clientes de diferentes partes del mundo de habla hispana, en el que los alumnos repasan conceptos básicos, pero también aprenden novedades en postcosecha y conocen cuáles son las perspectivas de futuro en el sector.
Para quienes deseen disponer de más información sobre el curso tenemos un web donde encontrar toda la información, V Curso Internacional Tecnología y Manejo Postcosecha de Fruta 2022 – IRTA